Ningún
susurro de mujer
acompañó
la deseante soledad
de mis días adolescentes.
Ninguna costilla salía
de mi barro.
Entonces cayó una hoja
de exquisita fragancia
y en mi pecho
se hizo carne amantísima,
vibrante llama,
vena de transfusión para
siempre.
Luego empezó
la fecundación del
unigénito.
Te ensalivo,
mujer,
te amaso a mí.
The PlovdivLit site is a creative product of "Plovdiv LIK" foundation and it`s object of copyright.
Use of hyperlinks to the site, editions, sections and specific texts in PlovdivLit is free.